5.Simón ayuda a Jesús a llevar la Cruz
Te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos.
R. Que por tu Santa Cruz redimiste al mundo.
Los soldados tienen miedo de que no seas capaz de llagar hasta el monte, para la crucifixión. Estás cada vez más débil. Por eso llaman a un hombre en la multitud, un hombre llamado Simón de Cirene, el Cirineo, y le obligan a llevar tu cruz durante un rato. El no quiere, pero le obligan. A él le gustaría más bien estar allí, mirando, viendo lo que pasa. El no había venido para ayudarte: pero ahora está llevando tu Cruz.
Oremos: Oh Dios tengo que confesar que yo soy bastante como este Simón. Cuántas veces podría haber ayudado a otras personas: por ejemplo cuidando a mis hermanitos pequeños, o ayudando a un compañero de clase en los estudios, o prestándome a ir a la tienda o a preparar los platos de la mesa. Ayúdame a hacer algo más que estar ahí y contemplar lo que pasa a mí alrededor. Ayúdame a ayudar a los demás.
Pequé, Señor, pequé.
Ten piedad y misericordia de mí